lunes, 18 de abril de 2011

Historia de una vida

Escrito por la Hermana Teresa, que trabaja en un centro para recuperación de personas afectadas por la lepra, en la Provincia de Guangdong.


Normalmente una muchacha de 21 años es una persona llena de vitalidad, de expectativas y ideales de juventud, pero la impiedosa lepra obligó Shanshan a vivir aislada del mundo, en nuestro centre de rehabilitación.
Desde 2009, juntamente con su hermana pequeña, Shanshan vive con nosotras en el centro, pero hasta ahora yo nunca le había preguntado mucho sobre so pasado. Sin embargo ahora me gustaría compartir un poco con todos ustedes. No lo hago simplemente para inspirar compasión, lo hago con la esperanza de que cada uno de nosotros, desde su punto de vista, pueda reflexionar y aprender algo con esta historia.
Cuando tenía 6 años de edad, su madre se quedó muy enferma y como la familia era muy pobre no pudieron conseguir tratamiento para ella y se murió. En el año en que hizo 13 años, y también por causa de la pobreza, ella, su padre, y su hermana pequeña fueron forzados a marchar-se de su casa y se fueron a vivir en Shenzhen donde empezaron a mendigar. Menos de un año después, su padre también se quedó enfermo e se murió. Con la ayuda de la policía local sepultaron a su padre y fueron enviadas a vivir en un orfanato. Un año después Shanshan tuvo finalmente oportunidad de ir a la escuela. Ahí, cuando veía a los otros niños con sus padres, se sentía realmente triste e se imaginaba el bueno que sería tener un papa e una mama.
En 2005 tuvo oportunidad de ir a morar con una familia. El Señor e la Señora Chen le ofrecían condiciones de vidas bastante buenas; él es policía e ella también tiene un trabajo estable. Además trataban bien a Shanshan. Desafortunadamente Shanshan no se adaptó bien a este nuevo lugar e se volvió al orfanato para estar de nuevo con su hermana (que entretanto también había estado por un tiempo en otra familia). En 2009 Shanshan se fue a estudiar en una escuela técnica y su hermana estudiaba en la secundaria. En esa altura, su hermana empezó a perder la sensibilidad de los brazos y piernas hasta que se quedaron completamente insensibles. La situación empeoró e incluso aparecieron lesiones por todo su cuerpo sin que ella sintiese dolor. Un año después de los primeros síntomas ya no podía caminar bien y su rosto estaba muy desfigurado. Finalmente le fue diagnosticada lepra. La enfermera que cuidaba a su hermana, le sugirió a Shanshan que se dejara examinar por un médico, porque siempre habían vivido juntas y porque ella también tenía algunos síntomas. Después del examen descubrió que también tenía lepra. La noticia cayó como un rayo en la vida de las dos hermanas, y después de eso el director del orfanato, juntamente con algunos profesores, las trajeron a nuestro centro para rehabilitación de personas afectadas por la lepra.
En estos dos años lo que más me impresionó fue ver a las dos hermanas enfrentando con tanto coraje  todas las dificultades que la vida les presentó. Pero me preocupo por ellas. Lo que más me inquieta es su futuro; un día tendrán que volver a la gran familia que es la sociedad, y no sé como irán enfrentar-la. Creo que aquí solo podemos contar con la capacidad de cada uno para cambiar y dejar-se transformar para continuar creciendo hasta el final. No somos todos nosotros así también? En la vida, ninguno de nosotros recibió la promesa de que todo será fácil. A veces tenemos que remar contra las tempestades.

Abril 2011
Hermana Teresa