martes, 12 de marzo de 2013

Un Toque de Alegría

(Escrito por Joseph Trung Sacerdote Jesuita quien trabaja en Casa Ricci Servicios Sociales)

Hanzhong es una ciudad en la provincia de Shanxi. En toda la provincia  es el centro de rehabilitación de la lepra, hay una leprosería de unos 250 pacientes. Con 6 hermanas que trabajan como voluntarias en este centro. Junto con el personal y los médicos, cuidan de las necesidades diarias de los pacientes, mediante la limpieza, dando cortes de cabello, cuidando las heridas, etc. Pero lo más importante es que, las hermanas traen un sentido de amistad y de seguridad para los pacientes, y el apoyo al personal del centro.
 
 
Muchos de estos pacientes, es completamente ciego debido al efecto de la enfermedad. Sin embargo, ella tiene un gran sentido del tacto. Ella sabe que las hermanas le tratan bien, con sólo sentir sus manos y escuchar sus voces, se da cuenta de quién es.
 

Sucede que estábamos de paso por el lugar donde normalmente se sienta. Las hermanas me comentan de ella y de su notable capacidad para sentir sus manos. Para demostrarlo, una de las hermanas le da a la mujer su mano para tocar. Después de ver esto, silenciosamente también le dio la mujer  mi mano para sentir. Después de una breve sensación de mi mano, rápidamente retiró la mano con timidez. Lo mismo ocurrió un par de veces, hasta que una de las hermanas le dijeron que la mano era del Padre. Con gran alegría, ella inmediatamente tiende su mano y empezó a sentir mis manos.
 
 
Es increíble que un toque simple de la mano puede traer tanta alegría a una persona. Es un signo de aceptación de esa persona, y en muchos sentidos, rompe las barreras sociales, causados por la discapacidad y la enfermedad. Este es un ejemplo de cómo los servicios de Casa Ricci Servicio Social, con la colaboración de nuestras voluntarias (Hermanas), llevan un poco de sentido de alegría y de paz a los que servimos. Es comprensible que la necesidad física y material de los pacientes es importante, pero lo que es más valioso es el compañerismo y la solidaridad que nuestros voluntarios proporcionan. Es a través de nuestro sincero corazón que somos capaces de tocar el corazón de los demás.

Fr. Joseph Trung