martes, 7 de febrero de 2012

Reflexiones de Navidad en el Leprosario de Bailu

 La Navidad pasada decidí ir junto al personal de Servicio Social de Casa Ricci (P. Howard Lui S. J) parte del personal, Teresa Chou, y el chofer “Siu Kwan” a Huizhou, Guangdong, para visitar a las personas en rehabilitación en el Leprosario de Bailu.






Esta es una de las comunidades que mas le preocupaban al P. Luis Ruiz. Al mismo tiempo, fue la primera vez que me involucre personalmente luego que conocí los servicios del Padre Ruiz en sus últimos años. Las personas afectadas por la Lepra, son una comunidad que nunca había visto anteriormente y realice esta oportunidad para entenderlos. La fecha de la visita fue el 24 al 25 de Diciembre. Las actividades incluyeron celebración de misa, compartir la cena y realizar algunos juegos.

En la reunión de preparación, llegamos a un acuerdo rápidamente sobre la implementación de las actividades planeadas. Cuando hablamos sobre los gastos de la actividad, no nos preocupamos mucho, ya que podíamos ajustarlos de acuerdo a los fondos disponibles, y que no afectara nuestra decisión de la visita. Por supuesto que estamos agradecidos de todos aquellos que han hecho las donaciones, ya que rápidamente pudimos recaudar el dinero suficiente en un corto tiempo, para que de esta manera pudiéramos realizar una gran cantidad de actividades a estas personas en reahabilitación. Estas incluyen una deliciosa cena al estilo navideño chino, un regalo de navidad, un sobre rojo para cada uno, como también realizar juegos y sentir la alegría de la suerte del sorteo.

Desde el inicio del viaje, nuestro personal siguio recibiendo consultas sobre las condiciones del trafico y clima mediante texto por MSM por parte de las hermanas del Leprosario, y esperando nuestra visita. Me entere mas tarde que nuestra visita al Leprosario era la primera desde su creación, que veníamos en Nochebuena a celebrar Navidad con las personas en rehabilitacion. Ellos sentían este gran evento religioso y estaban muy emocionados por la especial venida del sacerdote que celebraría la Misa para ellos.

Ademas de la Leproseria de Bailu, había otro grupo de personas de rehabilitación que vivían a 60 kilómetros de distancia, como también mas de una docena de aldeanos católicos que habían ido especialmente para participar de la Misa de Nochebuena.

La atmosfera de la cena de Navidad con las personas de rehabilitación fue buena. Ellos realmente parecieron disfrutar la comida y ser bien alimentados, guardando lo sobrante en sus habitaciones, para que no hubiera ningún desperdicio. Supimos que ellos usualmente preparaban sus comidas, teniendo pocas oportunidades de sentarse a la mesa para comer juntos.

Aunque detrás de cada una de las personas en rehabilitación hay una historia diferente, pero no están satisfecho con la cara seria de su vida. Desde una simple conversación a jugar con ellos, se les veía activos y sensibles. Les presentamos el grupo de juegos tradicionales de Macao, “Bingo” y jugamos con ellos. Debido a la falta de sus miembros, no podían jugar con la velocidad usual, pero el nivel de emoción creada por su activa participación, fue el mismo o incluso mayor. ¡Estábamos muy contentos que les haya gustado este juego!

Entre las personas que se encontraban en rehabilitación, las que más llamaron nuestra atención son dos hermanas, la mas joven tenía menos de 20 años de edad, y la mayor mas de 20 años. Los desafíos que ambas enfrentaron, de hecho era verdaderos y muchos: habían experimentado pobreza y su madre y padre habían fallecido a una temprana edad; se les diagnosticó lepra cuando llevaban poco tiempo siendo huérfanas y no pudieron continuar sus estudios, siendo enviadas al Leprosario de Bailu para el tratamiento. A pesar de su condición estaba bajo control, luego de un período de tiempo, sus apariencias se habían visto visiblemente afectadas.

¿Tendrán ellas la confianza de regresar a su comunidad y vivir de forma independiente o tendrán que quedarse por el resto de sus vidas en el Leprosario? Esta es mi mayor preocupación. Espero que el personal del Servicio Social de Casa Ricci ayude a estas dos hermanas a sobreponerse a estas pruebas, y espero que puedan tener una gran vida en el futuro, luego de experimentar estos desafíos.

La participación de este evento, puedo sentir el dicho del Padre Ruiz: “No hay nada mas feliz, que hacer feliz a las personas”

Gracias a ustedes, les deseo una vida feliz y con buena salud!
Francisa Vong
Amigos de C.