lunes, 19 de noviembre de 2012

La visión y la misión de Casa Ricci

(Comparto este articulo que sera publicado en el Calendario misional de Misioneros Extremo Oriente)

En sus últimos años, el P. Ruiz repetía constantemente una frase: soñar, sonreir, amar, servir y esperar en el Señor.

 

Desde el comienzo de su misión, él entendió que la miseria y marginación que veía afectando a los rostros y vidas de las personas que vivían en las aldeas de leprosos de China no eran el fruto de un problema técnico o económico, sino el fruto de una profunda injusticia. La única solución a este problema era el sacrificio personal y la solidaridad que exige un compromiso personal con las personas que sufren. El sabía que sólo una solidaridad real inspirada en el Amor de Dios puede traer esperanza y alegría allí donde el egoísmo y la discriminación han traído muerte, tristeza y desesperanza.

El sueño de Casa Ricci para China es una sociedad que no discrimina y ofrece igualdad de oportunidades para todos.

El método que usamos es muy sencillo. La fuerza del amor y del servicio, capaz de crear comunidades solidarias entre las personas que son discriminadas, sea por su historia, por su situación física o por su situación social (afectados por lepra, infectados por VIH, trabajadoras sexuales, etc.). Desde el comienzo de Casa Ricci, cientos de religiosas y voluntarios han sido invitadas a dejar la comodidad de sus propias comunidades para ir a vivir junto a estas personas, sirviéndolas y aprendiendo de ellas. Nuestro servicio del amor busca formar comunidades solidarias en las cuales las personas aprendemos a derrotar y derribar las barrearas que la discriminación ha causado. Comunidades en las que las heridas físicas, psicológicas y sociales son curadas, en las que la dignidad de la persona es reafirmada. Comunidades en las cuales la comunión entre personas es recreada, y la relación entre esas comunidades y su medio ambiente también es restaurada.
 
La misión de Casa Ricci es crear, animar y apoyar estas comunidades solidarias. Trabajando con nuestros colaboradores, compañeros de misión y con el mismo gobierno, queremos restaurar la harmonía social y la justicia en aquellos lugares en los que la discriminación la ha destruido o limitado.

Las comunidades que Casa Ricci pretende crear son lugares de encuentro en los que ya nadie necesita preguntar o preguntarse quién es enfermo de lepra o de SIDA, sano o enfermo, huérfano o pobre, trabajadora sexual o adicto. En las comunidades de Casa Ricci, todos son personas que respetadas por su dignidad y necesitadas del uno y del otro para aprender no sólo a dar, sino también a recibir.

                                                                               Casa Ricci Servicios Sociales