lunes, 23 de abril de 2012

Año Nuevo en nuestro Centro (Mingguang)

Queremos contarles como hemos cebrado la llegada del Año Nuevo y compartir de alguna manera el gozo, el entusiasmo que nos trajo. Como saben en nuestro Centro tratamos de pasar lo más festivamente posible las más importantes fechas del calendario chino como son la Fiesta de mediados de otoño o festival de la cosecha y la Fiesta de la Primavera o Año Nuevo lunar. También la Fiesta de los Barcos del Dragón. Fiesta es “alegría”... y no hay alegría sino preparamos algún plato especial para la ocasión, así que la comida es lo primero. En segundo lugar, pasar con nuestros pacientes una tardecita diferente, un momento de recreo, de diversión. Esto requiere necesariamente considerar que podemos hacer esta vez, que sea distinto, ameno, que los entretenga. La creatividad nunca falla a la cita y siempre nos trae alguna pequeña novedad.


Todos también saben que las religiosas que atendemos a los pacientes de este centro no somos chinas. Este hecho es para nosotras un gran desafío pues cualquier actividad que preparemos para nuestros pacientes requiere mayor estudio de la cultura china, de las costumbres y tradiciones de este pueblo, tradiciones que tal vez al principio nos resultaban tan extrañas y ahora van formando parte de nuestra vida.

En fin, el hecho fue que vinimos a saber que algo tradicional de estos festejos es la danza del dragón...y del león. Alguna de nosotras conocía algo de esta danza por haberla visto en algún lugar. Este dato vino a unirse al hecho de que el 2012 es año del dragón. ¡Por lo tanto ni el dragón ni el león  podían faltar a nuestra fiesta! ¿Imaginan ustedes un argentino haciendo una cabeza de dragón? O ¿tratando de hacer un feroz león capaz de danzar?


Como sea, allí estaban los dos, bailando en una fría tarde en nuestra Villa, anunciando con su danza que se acercaban los días de la primavera, de gozar del sol...y sobre todo un año de nuevas expectativas e ilusiones. No faltaron tampoco los tradicionales cantos para la ocasión, todo salpicado de juegos con globos y un pequeño regalito para cada uno.

Los esfuerzos tuvieron su premio en las sonrisas que acompañaban a nuestros pacientes cuando volvían a sus habitaciones. Sí...este es para nosotras el mejor premio, el fruto más anhelado de nuestro servicio entre ellos: verlos sonreír.

Desde aquí rogamos para que todos tengan verdaderamente un 2012 pleno de nuevos y hermosos proyectos.

                                                                                                                                   Hnas de Mingguang