Los enfermos están muy felices por todo el amor y ayuda que les ha demostrado. Están muy agradecidos y alaban al Señor constantemente por enviarlo a ellos. Fuí testigo de algo muy especial durante mi estancia en la isla.
Había un joven de Peking, llamado Jack. Estuvo en la isla en las ultimos meses para filmar a los enfermos. Su intención era mostrar el film en el festival internacional de Cannes, Francia para mostrar al mundo su talento para filmar.
Mientras hacia el film, fui testigo del amor cuidadoso de las Hermanas para los enfermos. Nunca había visto Hermanas Católicas antes. Esta fue la primera. Esto me causo una profunda impresion. El amor, cosa que el confiesa, nunca había visto. Fue totalmente impresionado que llamo por telefono a su madre en Peking, sus padres ambos son doctores, y le comento a su madre que, por primera vez en su vida, fue testigo del amor verdadero en acción.
Volvío en el año nuevo chino en su tiempo libre para visitar a los pacientes. En esta ocasión trajo sus propios vestidos para regalarselo a los pacientes. Dijo que los enfermos le hablaron mucho de Casa Ricci y que quiere encontrarnos y ver de que manera puede ayudarle también en otros centros.
Dijo que gustaría visitar a otros centros para realizar film y documentarlos para traer ayuda de todo el mundo.
Ya empezo su primer proyecto para recoger fondos para cambiar las piernas de metal con otras de plastico. Ya recibío las primeras ayudas para este proyecto.
Yo le di el numero de telefono, y espero que me vaya a llamar de modo que Yo pueda hacer una cita para introducirle.
Por ahora, gracias por darme la ocasión de testimonear su cariñoso trabajo y los hermosos frutos de sus sudores y sangre.
Jeffrey
